Control de acceso
El control de acceso es un mecanismo de seguridad fundamental que determina quién puede acceder a qué recursos en una organización. A través de políticas y tecnologías específicas, se garantiza que sólo las personas autorizadas puedan ingresar
a sistemas, datos y áreas físicas, protegiendo así la información confidencial y los activos de la empresa.
¿Cómo funciona?
Identificación: El sistema verifica la identidad del usuario a través de diversos métodos
como tarjetas de acceso, biometría (huellas dactilares, reconocimiento facial, iris) o contraseñas.
Autenticación: Una vez identificada la persona, se comprueba que sea quien dice ser, por ejemplo, mediante la verificación
de una contraseña o un token de seguridad.
Autorización: Se determina el nivel de acceso del usuario, es decir, qué recursos puede utilizar y qué acciones puede realizar. Esta autorización se basa en roles y perfiles predefinidos.
- Beneficios del control de acceso
Seguridad: Protege la información confidencial de la empresa y previene accesos no autorizados.
Cumplimiento normativo: Ayuda a cumplir con las regulaciones de seguridad
de datos, como el RGPD.
Control de acceso físico: Restringe el acceso a áreas físicas de la empresa, como edificios o salas de servidores.
Control de acceso lógico: Limita el acceso a sistemas informáticos,
aplicaciones y datos.
Auditoría: Permite rastrear las acciones de los usuarios y generar informes de auditoría para fines de cumplimiento y resolución de incidentes.
Productividad: Al reducir el riesgo de incidentes
de seguridad, mejora la productividad de los empleados.